Al entrar en la fábrica, los clientes se quedaban estupefactos ante la escena que tenían delante. Quedaron impresionados por la pulcritud de los equipos de producción: equilibradora, banco de pruebas de raíles comunes, banco de pruebas de bombas mecánicas, etc., los atareados y ordenados trabajadores y los productos de alta calidad. Recorrieron la línea de producción y mostraron gran interés por el diseño innovador y la exquisita artesanía de los productos de Beacon-auto. Los recepcionistas les siguieron de cerca, presentando cada paso en detalle y respondiendo a las preguntas de los clientes.
A mediodía, el recepcionista de Beacon-auto invitó a los clientes a un restaurante famoso por su cocina. El restaurante desprendía un aroma tentador y los platos de la mesa estaban llenos de colores y sabores. Había especialidades locales tradicionales y también sabores exóticos especialmente preparados para los clientes mexicanos. Compartimos comida e intercambiamos culturas en un ambiente cálido, acercando los corazones de unos y otros.
Por la tarde, en la oficina de la empresa, las dos partes iniciaron una discusión exhaustiva sobre los asuntos de cooperación. Desde el análisis de las perspectivas de mercado hasta los términos concretos de la cooperación, se examinaron minuciosamente todos los detalles. Ambas partes expresaron activamente sus puntos de vista y buscaron una situación beneficiosa para todos.
Tras la conversación, la recepcionista de Beacon-auto organizó un cómodo y cálido hotel para el cliente. Por la noche, los recepcionistas de Beacon-auto acudieron puntualmente a la empresa para recoger a los clientes y los enviaron al hotel para que descansaran tranquilos, lo que supuso un broche de oro a esta jornada tan satisfactoria.